domingo, 28 de abril de 2013

Seguridad y Salud en el trabajo

El año pasado se produjeron en nuestro país 1.158.206 accidentes laborales. Lamentablemente registramos 555 fallecidos, lo que supone 1'5 muertos cada día.

Estos son datos oficiales hechos públicos hoy por UGT, con motivo del Día Internacional de la Salud y Seguridad en el Trabajo.

El 40 % de los accidentes laborales se producen en los tres primeros meses de contrato, debido a la reducción de Prevención de Riesgos Laborales que han sufrido las empresas, tanto las públicas como las privadas; una vez más, recortes y más recortes...

 ¿Y qué puedo hacer yo?
  • Informarte en la Prevención de Riesgos Laborales de tu centro de trabajo.
  • Revisar tus hábitos de trabajo para detectar posibles riesgos. 
  • Estar informado de las señales que veas. 
  • Mantener zonas de paso, vías de evacuación y salidas de emergencia libres y despejadas.
  • Utilizar las cosas para lo que han sido diseñadas. Seguir instrucciones de empleo y mantenimiento. Si detectas anomalías o tienes dudas, consultarlo.

  • Protegerte con los equipos de protección individual que necesite tu actividad (guantes, cascos, protectores auditivos, botas de seguridad, etc).


¿Qué no debo hacer?
  • No almacenar objetos en las zonas de paso o salidas de emergencia. Mantener libres los accesos a los extintores.
  • No sobrecargar ni manipular la instalación eléctrica. 
  • No almacenar ni manipular cosas inflamables cerca de una fuente de calor.
  • No fumar, comer ni beber si trabajas con productos químicos o contaminantes biológicos.
  • Realizar actividades con dudas o sin saber si la manipulación es realmente la correcta.

¿Y si hay un accidente? 
  • Intentar estar informado por tu centro de trabajo de cómo actuar en las situaciones más probables de ocurrir.
  • Proteger a la persona si la situación continúa. Por ejemplo, parar una máquina si está sufriendo aplastamientos.
  • Pedir ayuda. 
  • Observar y valorar antes de actuar.
  • Mantener la calma, pero actuar con rapidez.
  • No mover al accidentado si no es necesario.
  • Intervenir sólo si sabemos cómo.
  • No dar nunca de comer o beber a una víctima inconsciente.
  • Ponte guantes si crees que puedes tener contacto con sangre.
  • Aflojarle las ropas que le opriman, o abrigarle si es necesario.
  • Alejar a los curiosos y evitar aglomeraciones, dejar espacio al accidentado. 
  • Si vomita, colocarle en posición lateral de seguridad.   


¿Y tú? ¿Estás informado de los riesgos de tu trabajo? Gracias por pasar ;)


viernes, 26 de abril de 2013

Dieta Dukan

La dieta Dukan nace de la mano de Pierre Dukan, muy conocido inicialmente en Francia, autor de libros para adelgazar con ventas millonarias. Se trata de una dieta en la que solamente se pueden ingerir proteínas durante un largo periodo de tiempo. Veamos sus etapas.


FASES DE LA DIETA

1. Fase de Ataque o PP (Proteínas Puras).

Duración entre 3 y 7 días, según peso a perder. Están permitidos solamente alimentos muy ricos en proteínas (carnes, pescados, mariscos, huevos y lácteos desnatados). 
Se estima que la pérdida de peso puede llegar a ser hasta de 1 kg diario mientras dure esta fase. 

2. Fase de Crucero o PV (Proteínas más Verduras).


Duración: hasta que se consiga el peso ideal. Alimentos que se consumen: los incluidos en la fase de ataque, añadiendo verduras, excepto féculas como patata, maíz, guisantes, arroz, garbanzos, lentejas, judías, etc.
Se alternan días de PP con días de PV. 








3. Fase de Consolidación.

Al iniciar esta fase, ya se ha alcanzado el peso esperado, y se trata de mantenerlo. La duración debe calcularse contando 10 días por kg perdido. 10 kg perdidos = 100 días de Consolidación.

En esta fase se introducen progresivamente los alimentos antes perdidos, según la dieta dukan, para evitar el efecto rebote. Un día de la semana se debe continuar solo con PP.

 4. Fase de Estabilización.

 Ya no hay alimentos prohibidos ni limitados, pero se debe mantener para siempre un día a la semana solamente de PP, 'para equilibrar excesos'.





Además de todo esto, se recomienda tomar salvado de avena y mucha agua y/o infusiones en todas las fases.

En la web oficial de la dieta, te ofrecen un seguimiento, previo pago, un estudio personalizado, además de recetas clasificadas por fases, foros para compartir opiniones con otras personas, etc.


¿Por qué funciona y tiene tantos seguidores?
  • La pérdida de peso tan rápida en un principio anima a continuar. 
  • Permite comer alimentos sin límite de cantidad, hasta saciarse. 
  • Hay creada una comunidad en torno a ella, de manera que se pueden compartir experiencias con otras personas en foros, grupos, etc. 
  • Por esta comunidad, se afianza el sentimiento de pertenencia al grupo.
  • Ejemplos de menús al alcance para poder seguirla.
  •  No culpabiliza, cataloga la obesidad como un problema de salud crónico. 
  • Es barata y fácil de seguir, basta con comprar el libro del Dr. Dukan, aunque también venden productos alimenticios de su propia marca.

Hablemos de metabolismo.
La proporción adecuada de los nutrientes en una dieta equilibrada es la siguiente:


Como veis, el aporte de proteínas en una dieta equilibrada no debe superar el 15 % del total.
El combustible que utiliza nuestro organismo para funcionar es la glucosa, que se obtiene principalmente de los hidratos de carbono (55 % del aporte).
Si no ingerimos hidratos, el cuerpo empieza a destruir grasa para poder obtener esa energía; en este proceso, se liberan cuerpos cetónicos en sangre y orina.

Lo que nadie te cuenta.
  • La clave de la dieta es entrar en estado de cetosis. De esta manera se pierde peso muy rápido, y además los cuerpos cetónicos disminuyen la sensación de hambre por su toxicidad. 
  • Este estado produce desgana, mareos, decaimiento, incluso náuseas. El propio Dukan recomienda no hacer ejercicio en las primeras dos fases. 
  • Se deben beber muchos líquidos para eliminar por la orina estas cetonas.
  • Al entrar en cetosis, también disminuye el pH sanguíneo, lo que deja más vulnerable al cuerpo para padecer enfermedades. 
  • Se producen elementos como amoniaco, responsables entre otras cosas, del dolor de cabeza.
  • Si en algún momento se salta la dieta, el cuerpo sufre aún más al entrar y salir del estado de cetosis. 
  • En ningún momento se ingiere fibra, por lo que el estreñimiento es más que común; entre otras cosas, por eso se recomienda el salvado de avena.
  • La mayoría de alimentos ricos en proteínas son ricos en grasas, por lo que hay riesgo de aumentar en sangre colesterol, ácido úrico y triglicéridos. 
  • Riesgo de osteoporosis, piedras en el riñón y cólicos renales. 
  • Si no sigues para siempre sus consejos, y aún así, es más que probable que sufras efecto rebote al introducir de nuevo los hidratos, ya que el cuerpo interpretará que debe volver a almacenar reservas.
  • Las personas que atienden un su servicio de 'Coaching telefónico' no son personal sanitario, sino teleoperadores formados con un cursillo.

Os dejo un artículo en el que se comentan datos oficiales, opiniones de médicos y nutricionistas, etc, aquí.

Opinión personal.
En ningún momento quiero convertir esto en un debate Dukan sí - Dukan no. Soy consciente de que hay muchas personas que la han seguido y han adelgazado muchísimo, pero también lo soy de que los organismos de esas personas habrán sufrido en ese proceso, por eso estoy en desacuerdo.

Como siempre, y no hace falta que nadie nos lo diga, lo mejor para adelgazar es beber 2l de agua al día, hacer ejercicio, y seguir una dieta hipocalórica, pero equilibrada. En vuestro centro de salud la enfermera de referencia os puede hacer un seguimiento y una dieta.

Aún así, si decidís hacer la Dieta Dukan, os recomiendo que consultéis con vuestro médico, que os haga análisis antes, durante y después del proceso, y que no mantengáis el estado de cetosis durante más de 2-3 meses.


¿Qué os ha parecido? ¿Alguien la ha hecho? Espero que comentéis dudas y experiencias y podamos hablarlo, es un tema que me resulta interesante. Como siempre, gracias por pasar un día más ;)  
  

lunes, 15 de abril de 2013

20 hábitos que engordan

Hoy os traigo una serie de costumbres que pueden hacernos engordar de manera inconsciente, mitos y realidades, vamos a ello.

1. Comer haciendo otra cosa.
Ya sea ver la televisión, seguir trabajando, estar delante del ordenador, etc. La atención se dirige hacia otro objetivo y la sensación de saciedad se ve disminuida, lo que hace que pasemos más hambre durante el día. Cuando comamos, debemos estar pendientes de ello, masticando de manera consciente, así conseguimos saciarnos más.



2. Servir en platos grandes.
Evidentemente, cabe más cantidad, y las raciones son más grandes. Si solamente llenas la mitad, el cerebro interpreta que le falta media ración y te quedas con hambre. 
Lo mejor es usar platos pequeños, así se pueden llenar, la sensación óptica hace que sintamos plenitud, y cabe menos comida.

3. Dejar las sobras a la vista.


Lo mejor es recoger la comida que sobra en cuanto se termina de comer. Si se deja la comida a la vista nos da la sensación de que aún no hemos terminado, con lo cual seguimos picoteando.

4. Cocinar siempre a la plancha aburre.
Si cocinamos habitualmente de la misma manera, la dieta aburre. Consiste en echarle imaginación y poco aceite. Podemos cocinar con técnicas de cocción más ligeras (wok, vapor, papillote).

5. Pensar que si el producto es light 'adelgaza'.


La forma de saber si realmente 'engorda' o no, es leer la información nutricional (calorías, grasas, etc). Si quieres darte un capricho, mejor consumirlo en su versión original, así somos conscientes de que es un extra y le damos el valor que merece.

6. Recortar nutrientes de la dieta.
Lo que tenemos que restar para adelgazar son calorías, y no nutrientes. Están muy de moda las dietas que restan, por ejemplo, hidratos de carbono o grasas (proximamente hablaremos mejor de todo esto).

Los hidratos son la principal fuente de energía de nuestro organismo, además nos convienen los de absorción lenta (cereales integrales, verduras, legumbres, frutas, etc) porque son saciantes y retrasan la sensación de hambre.

Las grasas también son indispensables para nuestro correcto funcionamiento, aunque debemos dar prioridad al aceite de oliva y evitar las grasas saturadas (lácteos enteros, bollería industrial, embutidos, etc).

7. No desayunar.


No deberíamos salir de casa sin desayunar. Es la comida más importante, debiendo sumar el 25 % de las calorías totales del día.

Podemos intentar poner el despertador 15 min antes por la mañana; tras dos semanas desayunando, habremos cogido el hábito.

Si no comemos nada, llegamos a media mañana con hambre acumulado, comemos más y cosas menos saludables.

8. Evitar la cena.
La cena es fundamental para mantener los niveles de glucosa durante la noche. Si nos la saltamos, alteramos el ritmo del cuerpo, al estar hasta 12 horas sin comer nada. Esto hace que nos levantemos con sensación de cansancio, agotamiento, mareos, y mucha hambre en algunos casos.

En general, no debemos saltarnos ninguna comida, realizando incluso 5 al día (desayuno, tentempié media mañana, comida, merienda y cena)

9. No leer las etiquetas de los productos.
Puedes pensar que estás comprando muy sano y que en realidad no sea así. Hay alimentos con más grasas de las que crees, o más azúcares.

Cuando vuelvas al supermercado compara por ejemplo dos cajas de cereales, una de copos normales azucarados, y otra cualquiera de los que se supone engordan menos; en muchos casos estos últimos tienen más calorías por 100 gr, más grasas saturadas y más azúcares.

Es muy importante coger esta costumbre, así llegará un momento en el cual sabremos diferenciar lo que es normal y lo que no, y lo que más nos conviene.

10. Dormir poco.


A menos horas dormimos, más hambre tenemos, reducimos el gasto energético, y el cuerpo almacena más grasas. Además, segregamos más cortisol, la hormona del estrés, que generalmente provoca que comamos más.

11. Pesarse cada día.
Como comentamos en el post anterior, desanima. Es suficiente con una vez a la semana a la misma hora. Si no lo hacemos así podemos ver como el peso sube, simplemente por no haber descansado bien un día, haber retenido más líquidos, o no haber ido al baño.

12. Pasar muchas horas sin comer.
Hay que comer cada 3-4 horas para mantener el metabolismo activo. Si mantenemos el ayuno, el cuerpo interpreta que debe 'ahorrar', con lo cual quema menos grasas y las almacena.

13. Comer poca verdura.


Las verduras son diuréticas, depurativas y contienen fibra, son saciantes y evitan que comamos otros alimentos menos saludables.

14. Comer precocinados.


Un plato precocinado puede tener hasta 9 veces más niveles de sal que los que cocinamos en casa, lo que hace que retengamos más líquidos.

En su etiqueta podrás ver que son más ricos en grasas, en calorías, y pobres en nutrientes.

Gran parte del aumento de la obesidad en países como España es por el consumo de estos alimentos, por el poco tiempo que empleamos en prepararlos.

Si lo pensamos, nos ocupa el mismo tiempo preparar una ensalada que venga ya cortada en su bolsa, que en preparar una pizza en el microondas.
   
15. No comer pan.


Una vez más, la importancia de los hidratos de carbono. El pan proporciona sensación de saciedad, y es muy importante para conseguir mantener una dieta y no abandonarla.

Eso sí, mejor en su versión integral porque aporta más fibra.
 
16. No beber lo que se necesita.


No por beber más agua retenemos más líquidos, sino todo lo contrario. Beber 1'5 o 2 litros al día nos ayuda a no retenerlos.

Además, el agua llena el estómago y tiene 0 calorías; es cierto que por sí sola no adelgaza, pero nos ayuda, por ejemplo, tomando un vaso 15 min antes de comer, ya que nos 'llena' antes, haciendo que comamos menos.

También podemos tomarla en infusiones, añadiendo además el efecto de estas.
 
17. Elegir mal el primer plato.
Si tomamos un caldo caliente o una sopa puede significar una pérdida de hasta un par de kilos al mes.

Con esto evitamos beber toda el agua que comentábamos antes, añadimos efecto diurético, y además, los líquidos calientes producen mayor sensación saciante.


18. Dejar de tomar postre.


Una fruta o yogur son la mejor opción, aunque podemos permitirnos caprichos puntuales. 

19. Beber refrescos.
Los refrescos son muy ricos en azúcar; si los consumimos, provocamos una gran subida de glucosa, con su posterior caída rápida, que hace que tengamos la necesidad irresistible de picar algo.

Lo mejor es optar por tomar agua o infusiones, aunque podemos tomar de manera excepcional refrescos light pobres en azúcar.
 
20. Querer perder mucho peso en poco tiempo.
Una dieta rápida puede funcionar y hacernos adelgazar los kilos que queríamos de manera rápida, pero al volver a la vida normal, se recuperan los hábitos anteriores a la dieta, porque no nos ha dado tiempo a adquirir los nuevos, con lo cual recuperamos el peso anterior, e incluso lo superamos si hemos pasado mucha hambre.

Seguro que me dejo muchos más, pero me han parecido los más importantes. Espero que os sirva. Un saludo y gracias de nuevo por pasar ;)